...era un lugar en el que podía dibujar y dibujar, nada se repetía, la monotonía no era allí conocida. (Y es otra vez un dibujo que tenía olvidado, lo veo como si lo viese por primera vez, si no llevase mi firma diría que no lo hice yo).
Ernesto Reiner, 2019
Los edificios bajan hasta el mismo lecho del barranco y a ambas márgenes. En algunos casos, lo de la puerta a la calle de abajo se convierte aquí en puerta al barranco.
Generosos aleros protegen del agua las altas fachadas; y también las solanas con balaustradas de madera. A media fachada, los tubos de los desagües que van directos al cauce, aunque en el año del dibujo ya estaban fuera de uso. Como algunos de los antiguos hornos, también había servicios -con una breve ventana- que colgaban de la pared, mantenidos por dos pequeñas zancas. ¿Fueron añadidos a la construcción principal? Probablemente, y no necesitaron al principio desagüe; el barranco estaba muy cerca. Actualmente esta zona está cubierta por un aparcamiento.
De la calle Marqués de Vallejo nacen las "Escaleritas", escalinata en piedra que conduce hasta el pórtico de la iglesia y que se construyó "a expensas" de dicho marqués en 1832.
Y al fondo, como casi siempre, los pajares de las eras. En este caso las de "Las Perdices".