Piedra, madera y adobe


  




Piedra, madera y adobe

Piedra, madera, adobe. Y yeso. En ese orden. Éste procedía de las yeseras de Leza, a siete kilómetros; el resto de materiales estaba cerca. Y casi no hacía falta más. Bueno, las tejas, pero hubo una tejera; de ella nos queda un término ("Barranco de la tejera") y los restos del edificio en Valcárcel.

Mampostería de piedra, aunque en las esquinas de los edificios solían ponerse piedras sillares o sillarejo. Son gruesas paredes que, dependiendo del tipo de casa, subían hasta la primera, segunda, tercera planta... Porque por plantas, las casas de Soto no se quedan cortas: tres, cuatro, cinco..., hasta siete alturas podemos encontrar.

Eso necesitaba una buena armazón de madera: pies; soleras y cuartones; sopandas y zancas o tornapuntas; tijeras, corvos y cabrios; en unos casos machihembrados y en otros clavados con fuertes clavos o con puntas en encabriar.

Y también el adobe. Los adobes se hacían en lugares soleados para que secasen bien. Se mezclaba tierra arcillosa con paja, se rellenaba el molde (para dos o tres piezas), se sacaba y a secar. A veces para que los paños de adobe quedasen bien fijados a las maderas del entramado, se rodeaban éstas con fuertes cuerdas de esparto. También los clavos servían de sujección.

El yeso unía los adobes entre sí y a la madera y recubre las fachadas incluyendo el maderamen. Sólo en los últimos años se está dejando a la vista el entramado de madera en algunas fachadas.

Lo dicho vale para las casas; quedan luego otros edificios públicos o privados: puentes y fuentes; iglesia y ermitas; corrales y corralizas; eras y pajares; neveras... Una gran variedad. Pero si algo es común a todos ellos, es la hermosa piedra caliza de esta sierra.


Para esta sección contamos con un invitado de lujo: Ernesto Reiner. Sus dibujos sobre casas y corrales, ermitas y fuentes, poblados y despoblados son conocidos en toda La Rioja. Nadie como él ha sabido captar el esfuerzo y la sabiduría -la vida- que hay escondidos detrás de cada una de las paredes de piedra de nuestros pueblos, y que han hecho falta para levantarlas y para mantenerlas en pie. Le agradecemos públicamente su autorización para poder incluir en este apartado algunos de los dibujos que ha hecho sobre Soto. De los diecisiete que presentamos, nueve aparecen en el libro que publicó en 1984, al poco de recorrer la cuenca alta del Leza: "VIAJE POR EL CAMERO VIEJO - DEL MONTE LATURCE AL MONTE REAL"


Más información sobre Ernesto en: "El Camero Viejo en 200 dibujos" (exposición del XXXII Día de nuestra sierra) y en "Dibujos a cambio de conversación" (artículo del suplemento de la Revista ARCES, nº 17. Agosto de 2022).