Miscelánea


  




Miscelánea 

"f. Obra o escrito en que se tratan muchas materias inconexas y mezcladas."

Nos nos viene mal esta definición de la RAE para el título de esta sección. Desde que colgamos esta página en Internet, allá por septiembre de 1997, han transcurrido ya varios años. Con el paso del tiempo hemos ido recopilando (o nos han proporcionado) informaciones, textos, documentos... que no cabrían bien en ninguna de las secciones que la configuran o que romperían su estructura. Este apartado es el que, según reza el título, puede recoger todo eso.

Sí que están mezcladas, como dice la definición, pero no son del todo inconexas: lo que une todo es el hecho de ser materiales relacionados con la historia -grande o pequeña-, el paisaje, o la cultura de este pueblo.





Fiesta del árbol

Recuperamos aquí dos crónicas con sabor añejo. Se trata de las que reflejaban la Fiesta del Árbol del año 1907. Era la primera vez que se celebraba en Soto y tuvo lugar por partida doble. La primera está firmada con las iniciales "I.R."; la segunda no lleva firma. Ambas están recogidas en "Crónica de la Fiesta del Arbol en España", editada por la Asociación de los Amigos de la Fiesta del Arbol en Barcelona en enero de 1908.

Acacias en el pórtico de la iglesia, fresnos en el camino del cementerio y chopos en Cillas pervivieron durante 100 años y tal vez alguno de los chopos de la Isla tenga que ver con aquella plantación. Con la renovación del pavimento de las calles y la construcción de la presa a principios del s XXI, los demás árboles o desparecieron o fueron sustituidos por otros. Para entonces las acacias plantadas en la Plaza, paralelas a Portales, hacía ya tiempo que habían habían dejado de existir. .

"EN SOTO DE CAMEROS

Como ayer decía se celebró por vez primera en ésta la simpática Fiesta de Árbol, habiendo resultado un acto por todos conceptos notable

Desde mucho antes de la hora señalada para el acto, todo el pueblo se hallaba congregado en la plaza, deseando presenciar una fiesta para ellos desconocida, y el pueblo de Soto, fiel á sus tradiciones, respondió como no podía ser menos de suceder á la iniciativa de su dignísimo Ayuntamiento.

Se había pensado que con objeto de que los señores que habían de hacer uso de la palabra no tuviesen que esforzarse tanto y pudiesen oírlos todos, que los discursos se pronunciasen en el amplio salón de la escuela pública, pero se tuvo que desistir de tal idea viendo la aglomeración de gente que había y se dispuso una tribuna en la plaza.

Cuando llegué presentaba ésta un golpe de vista soberbio.

En primer término veíanse á las autoridades, tanto civiles como eclesiásticas, maestros y personas que más directamente habían de tomar parte en la fiesta. Los niños y niñas, en correcta formación, engalanados con sus más bonitos trajes, mujeres de caras angelicales ataviadas con suma elegancia que hacían resaltar más su hermosora, y para las cuales uno de los oradores tuvo frases felicísimas, y para completar este cuadro, los socios de "La Filarmónica", los cuales se prestaron gustosos á tomar parte en la fiesta ejecutando bonitas composiciones que fueron constantemente aplaudidas.

Hicieron uso de la palabras los señores siguientes: D. Pedro Sáenz Andollo, cura-párroco, el cual, en un estilo sencillo, les hizo ver á los niños la importancia del acto que se estaba realizando y exhortándoles para que cuidasen á los árboles que les iba á señalar. D. Domingo Segura, maestro de instrucción primaria, el cual hizo un discurso magistral, encareciendo la importancia de la fiesta y diciendo que no sólo debía concretarse á la plantación de árboles en los paseos públicos, sino que debían repoblarse los montes para tener una fuente de riqueza inagotable.

D. Benito Morreno Blasco, ilusrrado médico titular, el cual nos hizo ver una vez más que posee todos los resortes de la oratoria y su tema sobre la influencia del arbolado en la medicina fué escuchado por todo el auditorio con constantes muestras de aprobación.

D. José María Ruíz y Prados, farmacéutico, que habló sobre el árbol bajo el punto de vista utilitario y su importancia en la salubridad pública; haciendo el resumen de todos los discursos el elocuente orador sagrado canónigo de esa Colegiata D. Pablo García.

Todos los oradores recibieron calurosos aplausos y un sinnúmero de felicitaciones.

Acto seguido dió comienzo el señalamiento de los árboles que cada niño ha de cuidar, y después fueron obsequiados con un bollo y una naranja.

Los sitios elegidos con muy buen acuerdo, han sido la plaza pública y los conocidos por los nombres del Cascajar, La Isla, El Camino del Campo y El Pórtico.

Y termino, como dije en mi modesto discurso, tributando un entusiasta aplauso á nuestro dignísimo Ayuntamiento, á las autoridades eclesiásticas y á todos los que directa ó indirectamente han contribuído á dar mayor esplendor á la fiesta, pero en especial al señor Alcalde, porque al hacer esta fiesta, hace una obra grata á Dios, á la patria y á los hombres, porque levanta el espíritu de los pueblos y crea costumbres cultas para las generaciones venideras."

"EN SOTO DE CAMEROS
 2ª Fiesta

Prometí ayer decir algo sobre la Fiesta del Arbol verificada en "Cillas" el día 27 de diciembre de 1907, y cumplo mi palabra.

Como se tenía dispuesto con anterioridad, la comitiva partió de la plaza pública en el orden siguiente: los niños y las niñas con sus respectivos maestros cantando el himno á la Fiesta del Arbol; seguían después las autoridades civiles y religiosas con la directiva de Fomento, y por último cerraban la marcha el pueblo en masa, pues puede decirse que fueron contadas las personas que se quedaron en sus casas á pesar de lo desapacible del tiempo.

Al llegar á "Cillas" se encontraron con la grata nueva de que los vecinos de la aldea de Treguajantes también habían concurrido al acto, juntándose en sitio tan pintoresco unas cuatrocientas personas, todas animadas de los mismos deseos de trabajar.

Para los niños se había dispuesto una parcela de tierra en forma de cuadrilátero, poniendo en el centro un árbol el señor alcalde y en los cuatro ángulos otro los señores maestros, cura párroco y presidente de la Sociedad.

Una vez que se hubo hecho esto y que á todos los niños se les obsequió con un bollo y una manzana, los hombres se dedicaron con entusiasmo á poner árboles, habiéndose plantado en una sola tarde más de seis mil chopos.

Fué una lástima que la incesante lluvia que empezó á caer desluciese algo la fiesta, porque si no, podría contarse en los anales de la historia de Soto como una de las mejores que desde mucho tiempo se han registrado.

Y ahora yo quisiera poder tributar un elogio á todas las personas que han intervenido en este asunto, cual ellos se merecen, pero como hay que hacerlo extensivo á todo el vecindario por el apoyo que han prestado, me contentaré con decirles: "¡Soteños, no desmayar y adelante, pues de este modo se regeneran los pueblos!"