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La plaza de D. Juan Esteban de Elías o plaza de la Constitución (el cartel estaba tan borroso hasta que se restauró a principios de este siglo que ni se quitó en tiempos de dictaduras) es el centro de la villa. En ella confluyen las calles que proceden de las dos orillas del barranco del Hayedo y, a través de un hermoso puente de dos ojos, comunica con la carretera.
En el centro de la plaza se levanta "la estatua", un monumento a Don Juan Esteban de Elías (1746-1811), indiano que mandó construir el edificio de las escuelas y al que señala desde su alto pedestal. La estatua es de de 1920 y de tamaño natural. Cuando aún funcionaban las escuelas, en el segundo día de las fiestas patronales de septiembre, niños y niñas, en representación de todo el pueblo, hacían una ofrenda floral que iban colocando en la base del monumento. El Alcalde terminaba el acto con los gritos de rigor: ¡Viva la Virgen del Cortijo! ¡Vivan los bienhechores de Soto! ¡Viva Don Juan Esteban de Elías!, que eran contestados por todos los presentes.
El edificio de las Escuelas es de piedra caliza hasta la primera planta y de ladrillo los dos pisos restantes con ángulos de piedra de sillería en sus cuatro esquinas. En la fachada principal, debajo de los balcones, puede leerse la siguiente inscripción: "Establecimiento público de primeras letras, que se hizo por la beneficiencia de D. Juan Esteban de Elías, natural de esta Villa, y vecino de Jalapa, y por orden de su testamentario D. Clemente Fernández de Elías, natural de la misma y vecino de Cádiz. Año de 1822." Unos hermosos arcos de piedra, "Portales", en la planta baja, se abren a la plaza y sirven de refugio en los días de lluvia. Desde siempre "Portales" ha sido sitio protegido; aún rezan en sus dos entradas sendos avisos, semiborrados por el tiempo: "Se prohíbe el paso de carruages y caballerías bajo la multa de 20 y 4 reales respectivamente." Desde "Portales" se accede al Ayuntamiento. En la planta primera se encontraban las tres escuelas: párvulos, chicos y chicas (hoy destinadas a otros usos). La última planta de este noble edificio está destinada a viviendas.
Frente al edificio anterior se encuentra la fuente, una hermosa fuente en piedra caliza y, detrás, el edificio de "El Casino". Centro de reunión, la Sociedad "Fomento de Soto" tiene dos amplias salas, un bar y dos terrazas: una, sobre la fuente, da a la plaza; la otra, al sur, se abre al río. En sus bajos están lo que fueron hasta finales de los años 50 antiguos lavadero (lavadero de pilas individuales donde se lavaba de pie) y matadero municipales. En el último tiene su sede actualmente la Asociación Juvenil "El Matadero".
En el centro del lateral este de la plaza está el frontis del frontón de pelota, un frontón sin pared lateral que no permite las carambolas. Y frente al frontón, la "Garita", muro que se interpone entre la plaza y el cauce del río Leza. Tras el muro, una amplia zona de césped bien cuidado con algunos árboles y bancos; y el río.
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La fuente de la plaza
Duración: 60 segundos.
Fecha: 2015
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Don Juan Esteban de Elías Pérez
Nació en Soto en Cameros el 15 de junio de 1746 y fue bautizado el 17 del mismo mes con el nombre de Indalecio, nombre que cambiaría posteriormente, en su confirmación, por el de Juan Esteban Censario. Fueron sus padres Juan Esteban de Elías y María Pérez.
Emigró a América, como tantos otros soteños, estableciéndose en México. Allí se convirtió en un hacendado hombre de campo, un "estanciero" dedicado a la ganadería.
En 1776 lo vemos en Veracruz donde muestra ya su obra de benificencia. Posteriormente residiría en Jalapa. De sus donaciones al Hospital de San José (el hoy pujante Albergue Juvenil del mismo nombre) quedaba hasta hace unos años una lápida en la fachada donde se leía la siguiente inscripción:
El 16 de marzo de 1811 envía su última carta dirigida a don Simón de Ágreda y a don Clemente Fernández, sus albaceas en España, en las que les anuncia, entre otros, su deseo de que "se funde una escuela de primeras letras con un buen maestro para que les enseñe bien á todos los muchachos á leer, escribir y contar, y que reciba el maestro á todas las criaturas que vayan á ella desde la edad de tres años para adelante, y también ha de recibir a todos los muchachos que vayan de los pueblos de las cercanías sin que les cobre cosa alguna para la enseñanza".
Murió don Juan Esteban de Elías el día 26 de marzo de 1811. Entre las fundaciones que creó en el pueblo destacan las siguientes:
"Hay también otra fundación particular para escuelas de niños de ambos sexos donde reciben una educación é instrucción como en la mejor capital de provincia sin costar á los padres absolutamente nada." La información anterior es de 1885 y la firma una Comisión que permaneció un tiempo en la localidad con el fin no sólo de "comprobar la riqueza sino averiguar al mismo tiempo donde pueda existir ocultacion", es decir, algo así como una inspección de Hacienda. Que ese juicio tan positivo venga de alguien de fuera indica a las claras la importancia que las Escuelas tuvieron en la vida de Soto.
Las "Escuelas Pías de esta villa de Soto" abrieron sus puertas el día 1 de marzo de 1824 y en 1825 atendían a 210 niños y 100 niñas. Hacía ya 14 años que, en sus últimas disposiciones, D. Juan Esteban de Elías decía a sus albaceas "que los billetes reales que tengo en Cádiz en poder de D. Simón de Agreda y D. Diego Cancelada y Savedra los destino todos para que cuando Dios quiera que la nación española resuelle y pueda pagar los premios dellos, se establezca en la villa de Soto una buena escuela, en la que no tendrán que pagar ninguno nada por la enseñanza..." La verdad es que los fondos no llegaron hasta 1821 y fue en el mes de abril de ese mismo año, una vez que la Villa cedió "casa y terreno que aquella Villa poseía en la plaza principal" y "fueron aprobados por la Academia de San Fernando los planos que se presentaron según está mandado", cuando se dio comienzo a la construcción de este hermoso edificio. Dos años tardó en terminarse.
Dejando aparte la escuela de Miga (Amiga) para menores de 4 años, en el documento de fundación de las escuelas figuran "dos salas espaciosas destinadas a las lecciones de niños y de niñas, con absoluta separación é independencia la una de la otra". A decir del fundador, corroborado años después por la Comisión a que hemos hecho referencia antes, "esta escuela será considerada como de primera clase por cuando su enseñanza ha de ser la más amplia y completa". Ya desde su fundación se contrata, además del Maestro principal, a otro auxiliar con menores exigencias de titulación. También el sueldo va a ir parejo: 4.380 reales de vellón para el Maestro principal y 3.650 reales de vellón para el Maestro auxiliar y la Maestra de las niñas. Por cierto que la maestra debía ser "hija de la misma villa de Soto, y en su elección, no sólo se atenderá con el mayor cuidado á su aptitud y suficiencia, sino más particularmente á su conducta moral y religiosa". También se estipula que la clase á escuela de niñas durará por las mañanas media hora más que la de niños para que los maestros puedan pasar "á la sala de aquéllas, y á presencia de la Maestra repasarán las lecciones, revisarán las planas y cuentas, corrigiendo unas y otras con la dulzura y decoro que corresponde, les cortarán las plumas y harán á la Maestra las advertencias que estimen conducentes..."
La renta que se asignó para la fundación fue de 15000 reales de vellón, producto anual de la inversión de 500000 reales en fincas productivas rústicas o urbanas.
Ya en 1826 tanto el Ayuntamiento como el Cabildo eclesiástico dan fe de que los dos exámenes públicos celebrados han sido "desempeñados por los alumnos con extraordinario lucimiento, primor, aplauso general y progresos dignos de todo aprecio".
Siguieron funcionando estas escuelas hasta finales de los años 70 del siglo XX. Los que las frecuentamos en la década de los 50 conocimos tres maestros: de chicos, de chicas y de párvulos. Y, aunque no públicos como en sus primeros años, sí que realizamos exámenes ante un tribunal formado por los maestros, el médico, el cura y un padre de familia. Lo que no nos consta es lo del "extraordinario lucimiento, primor..." Habrá que pensar que también fue así.
(Los datos sobre las escuelas y su fundador y las citas de documentos están recogidos de la obra de D. Silverio Domínguez sobre ambos. Interesa leerla si se necesita más información.)
En abril de 2010, fue reinaugurada la Casa consistorial tras meses de renovación. Lo que hasta entonces
había sido el ayuntamiento quedó como sitio de exposiciones, la antigua escuela de párvulos recoge ahora dos salas, la escuela
de chicos se ha convertido en ayuntamiento y despacho de la alcaldía y la antigua escuela de niñas se ha transformado en un salón de
actos o sala de usos múltiples. Además, lo que en otros tiempos era la biblioteca pública es ahora la sede de la asociación A.R.C.E.S.