Mucho ha cambiado este rincón. Después de esta fotografía se construyó la electra junto al antiguo edificio del molino; y los dos dejaron de funcionar hace ya muchos años.
También ha cambiado la zona de la carretera. La Cruz de Juanicón, que se adivina en la hornacina a la derecha, está a buen recaudo para protegerla de amigos de lo ajeno. De madera tallada, suponía la segunda estación en el camino hasta la ermita de El Campo del viacrucis de los domingos de la cuaresma; hace ya algunos años que fue sustituida por otra en cerámica. Las lluvias de marzo de 2015 derribaron pared, hornacina y cruz.
Arriba, la mayor concentración de pajares del pueblo, la nevera, ermita de El Campo y el cementerio nuevo con un primer ciprés que quiere asomarse por encima del muro.
Y no son palmeras, aunque lo parezcan, los árboles que casi desde el río alcanzan la carretera; se trata de chopos recién podados. El podador, hacha al cinto, trepaba hasta la punta y luego iba descendiendo cortando rama a rama hasta dejarlos de esta guisa. ¿O se disparó esta foto en septiembre pocos días después del enrame? Mucha rama se nos antoja.