Si macho, Lucero; o Noble, o Reverte, o... Los nombres de las mulas eran igual de sonoros. El ganado mular, sufrido y adaptado a las duras condiciones de esta sierra, fue insustituible en las labores del campo; en todas. La yunta era imprescindible para romper, binar, arar, sembrar, acarrear, trillar... La del acarreo hasta las eras no suponía uno de los mejores trabajos para estos animales: hasta dos horas y media de mal camino con 6/8 haces en las salmas.
En la foto de 1905 el camino es carretera y la yunta se ha quedado en media, pero la tarea sigue siendo dura bajo el sol de las seis de la tarde del mes de julio. ¿Desde dónde venía? ¿De Humañera? ¿De encima de La Serna? Tal vez de las piezas que se ven al fondo a ambos lados del barranco de Valdetejuelas.
Con la emigración el censo de caballerías fue descendiendo en forma paralela al de la población (116 caballerías en 1960, 57 en 1969). Hasta que quedaron en algo testimonial.