Se trata de una fotografía de alrededor de 1908. Pero lo que es la fuente ha cambiado muy poquito desde entonces.
Levantada en 1837, es una bella construcción simétrica en piedra caliza labrada. El cuerpo central tiene seis caños (dos en cada cara) y un pilón corrido que desagua en otros dos pilones laterales destinados al ganado. A ambos lados, cierran la construcción sendos arcos.
Antiguamente recogía el agua del manantial de Cadme por medio de una tubería cerámica de cerca de 2 kilómetros. Era la misma tubería que surtía de agua al depósito que se utilizaba para el lavadero comunal, (primero de dos pozos divididos por una pared y que abarcaba lo que después sería lavadero con pilas y grifos para lavar de pie y matadero) que estaba en la planta baja del Casino. Hasta la traída del agua a las casas (1961), fue, con la Fuente de los caños, elemento vital del pueblo. Para llevar el agua se utilizaban habitualmente cántaros de barro que transportaban las personas en unos casos y las caballerías en las angarillas o aguaderas en otros. El desgaste que presenta la piedra junto al caño mozo nos habla de su historia de más de 150 años.